viernes, 16 de septiembre de 2016

Dia 5 - Featherdale y Blue Mountains



Día intenso. En resumen: 3 trenes ,1 tren de 1 minuto de duración (el más empinado del mundo), 2 teleféricos, 4 autobuses, una revisora cabrona, 1 tren perdido, tocar un koala y un canguro y visitar un parque natural. Alguien da más en un día?

Pues bien, pensábamos que teníamos el jetlag controlado, pero no! Después de sufrir cada uno su particular insomnio (yo dormirme rápido y despertarme muy pronto, Neus tardar mucho en dormirse y dormir poco) nos hemos levantado a las 6:30. Leímos en un blog de una pareja que en un solo día (y sin morir en el intento) se podía hacer por tu cuenta una visita a un parque zoológico a las afueras de Sidney y luego visitar las Blue Mountains. Con tiempo de sobras cada visita se merece por si sola una mañana larga (especialmente las montañas) pero como el viaje en si es Nueva Zelanda y nos apetecía hacer las 2 cosas, hemos decidido probar fortuna. Y nos ha salido bien, aunque hemos acabado reventados.

Primero tocaba llegar al parque Featherdale. Primero coger un tren hasta Blacktown, salir de la estación de tren e irte al andén E para coger el autobús 729 que te deja en la puerta del parque. Parece fácil (lo es) pero hay que estar al loro! Nada más entrar al parque hemos visto que ha sido un acierto ir. Muy chulo y muy bien cuidado. En la primera sección habían canguritos…ahí sueltos! Es decir, tenían su valla pero iban y venían donde querían. Pájaros de tropecientas especies, serpientes, cocodrilos, reptiles, etc… Y en la segunda sección, los koalas! Que monos son, y que graciosos! Todos tranquilitos, en sus árboles y comiendo sus planticas. Además tenían para hacerte una foto mientras tocas uno! Aunque solo por la pierna hasta la pantorrilla. Como es posible que nunca más toquemos un koala, pues hemos decidido pagar el turisteo y hacerlo. Peeero ha resultado que ellos te hacen la foto con su cámara, y además te dejan que te hagas una con la tuya, que te la hace el mismo profesional. Así que, como la foto de nuestra cámara ha salido bien, pues ya no hacía falta pagar los 20 dólares.  Nos ha salido bien la jugada!
En el siguiente tramo habían canguros sueltos, no enormes, pero grandotes. Podías comprar un cucurucho de hierba (tal cual suena) por 2 dólares y dárselo. Aprovechando que uno estaba tranquilito comiendo, también lo hemos tocado jaja. Así que koala y canguros tocados. El resto del parque ha estado muy chulo, con animales que ni se la especie. Así que, esta parte genial! La única pega, por ponerle alguna, ha sido que nos hemos quedado sin ver al Demonio de Tasmania. No ha habido manera...lo alimentan a las 4 de la tarde, así que suponemos que será un poco remolon y se levantará tarde.







Vuelta al autobús 729 que te lleva a la estación y a esperar 1 hora a que llegue el tren que lleva a Katoomba, nuestro próximo destino. Aquí están las Blue Mountains, que es una valle enorme súper chulo rodeado de montañas, en una de las cuales hay 3 picos muy parecidos que los llaman las Three Sisters. Después de otro autobús hasta la entrada “Scenic World”, hemos pagado un riñón por la entrada y hemos disfrutado de lo lindo. Primero un teleférico que cruza las montañas (5 minutos tarda). Paseo por el otro lado de 10 minutos, y vuelta al teleférico al centro. Luego bajar al valle con el ‘tren más empinado del mundo’. No sabemos si realmente es el más empinado, pero damos fe que si no te agarras a las barras te comes al de delante. Solo dura 1 minuto  y medio pero la experiencia mola. Además cuando arranca te ponen la música de Indiana Jones que le da ese punto friki que tanto mola jaja.





Una vez abajo, hemos cogido el paseo de 30 minutos (habían opciones de 1 hora, media y 10 min, pero más tiempo no teníamos). Este paseo va todo el rato sobre una pasarela en medio del bosque. Realmente chulo. Está prohibido tocar cualquier planta o árbol.  Al acabar el camino y para volver al centro del meollo, otro teleférico, esta vez muy empinado.




Ya agotados, nos sentamos a comer en la parada del bus unos bocadillos que previamente habíamos comprado al bajar del segundo tren.  Al llegar a la estación, la parte ‘graciosa’ del día: vemos que queda nada para el tren que va a Sidney. Corre que te corre. El tren está ahí, pero no tenemos tickets. Corremos a la máquina a comprarlos. Hay una revisora ‘con cara de cerdo’ al lado. Le preguntamos y nos dice que nos da tiempo. Tardo lo mínimo que se puede tardar en comprar los tickets en la máquina. Se imprime el primer ticket. Mientras se esta imprimiendo el segundo, ‘Cara de cerdo’ toca su silbato y el tren arranca, la miramos y le preguntamos que pasa y nos dice “too late” (demasiado tarde).  He dicho muchos tacos, en español, claro está, que se te llena la boca más al decirlos. Sobre todo cuando hemos visto en el panel que el próximo tren pasaba 1hora mas tarde. Y como ya hacia frio y encima no daba sol en la estación, vuelta al pueblo a tomar algo calentito un café friki (pero friki de cojones) para hacer tiempo. 

Pasada la hora, tren de 2 horas hasta Sidney. Una vez más, suponemos que los trenes de esta línea son así, nos toca un vagón totalmente lila, cosa que a Neus la pone contento. Serán 2 horas largas, sí, pero rodeado de lila todo es mejor.
Una vez en el albergue, cenamos en la habitación lo que hemos comprado antes de subir y nos vemos puesto un capítulo de Sons of Anarchy (que ya nos va gustando mas) antes de caer rendidos, esta vez ya sin jetlag.


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