La tarde del segundo día ha sido muy relajada. Aun con el cansancio del viaje y del jetlag, poca energía nos quedaba para aguantar hasta la noche y así ya ponernos 'al dia'. Decidimos darnos un paseito alrededor de la guest house y ver que había...poquita cosa. Así que nos pillamos un tuk-tuk hasta la famosa calle Kho San Road donde están todos los guiris aquí. Y cuando digo 1 tuk-tuk, es solo 1 tuk-tuk, osea, 6 personas apretujadas en una cabina donde suelen ir 3... la pela es la pela, tú.
La callecita esa es como Lloret pero en Tailandia. Restaurantes, paraditas para comprar chuminadas, centros de masaje, pesados que te intentan vender de todo (desde gorritos a escorpiones fritos...), bares con la música a toda pastilla, etc etc.... Entretenida para un rato, pero poco mas. Es ahí donde volveremos para hacer las compras finales antes de volver a casa. De momento solo tanteamos precios.
Tomar una cervecita (mas bien cervecote), cenar por ahi, paseico por allá y para el hotel otra vez en un solo tuk-tuk. Esta vez el conductor era un tio muy cachando, pero un poco temerario. Solo comentar que ya podemos decir que hemos hecho un caballito y derrapado en un tuk-tuk...
Y después de una pequeña charla antes de ir a dormir, las cuales parece que van a ser un clásico en este viaje, a dormir bien cansados, que ya va siendo hora!
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